viernes, 14 de mayo de 2010

UNAS PALABRAS NACEN EN EL ALMA

Unas palabras nacen en el alma
que mando muy nerviosas al cuaderno,
las dejo libremente que susurren
y digan en sus letras que te quiero.

Las libro de prisiones y ataduras,
las saco simplemente de mi pecho,
que vibren con la brisa del nordeste
y busquen los cabellos de tu pelo.

Quisiera que estas letras encantadas
llevaran a tu lado lo que siento,
la dulce sinfonía de la espuma,
las olas con sus cánticos y ecos.

Por eso dejo libres las palabras,
que formen un poema con mis versos,
que vayan a tu lado con premura
llegando arreboladas por el viento.

Insisto en que recorran las distancias
y vayan más allá del universo,
que suban a los cielos, si es preciso,
y roben ese néctar de tus besos.

...Suspiro con mi pluma de poeta,
y busco en esa tinta del tintero,
la sangre de unas venas clamorosas,
latiendo con pasión y con deseo.

¡Ay, bello corazón!, ¿Por qué te estancas?
¿No sabes que el amor es todo esto?
...Conjunto de ilusiones reprimidas
mezcladas con el mundo de los sueños...

¿No sabes que el amor es fantasía,
y el mismo está negado a tanto cuerdo?
¿No sabes que tan sólo los poetas
comprenden este simple sentimiento?

...Quizás ahora te abrumen mis palabras,
y sientas la nostalgia del recuerdo,
¡no temas corazón, son mis caricias!
los versos que te doy y que te ofrezco.

Son lirios y palabras de una tarde,
recíbelos sin dudas ni recelos,
aspira ese perfume que te llevan
y siente que mi amor está con ellos.

Rafael Sánchez Ortega ©
14/05/10

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