jueves, 12 de abril de 2012

TANTAS NOCHES EN VELA INTENTANDO DORMIRME...





Tantas noche en vela intentando dormirme
y dormir las pasiones del alma.
He buscado la mano de nieve que venga a mis sienes
y alivie mis sueños de otoño.
Yo no pido laureles ni besos de plata
que sepan a engaños


¿Dónde estás soledad?, me pregunto en la noche;
¿dónde están los silentes luceros,
pues las nubes tan negras ocultan su brillo?,
¿dónde estás corazón al que busco y no encuentro?


Hay un frío glacial en el aire que cala a los huesos,
hay un miedo en el alma que avanza con pena,
hay temor a mirar a los ojos que amas,
hay pasión contenida que me quema los labios,
hay amor y dolor confundidos y eternos
que van en mi pecho.


Hoy quisiera beber y dormir en un sueño profundo
olvidando el presente.
Y quisiera escuchar las palabras lanzadas al viento
susurrando tu nombre;
esa voz que acaricia y que habla,
que suspira despacio recitando unos versos,
que me dicta el latido vibrante del seno que escondes,
esa cuerda tan tierna,
esa dulce caricia y la paz que me deja.


Pero sólo me encuentro a la vida esperando
y en la misma no estás, no te veo.
Sólo el humo fugaz de un cigarro que posa en la mesa
y la taza aparcada en la misma
con tus labios escritos en ella,
apurando el café que bebiste.


...Pero es tarde, lo sé.
Hay un lecho que espera despierto a que vaya a su lado,
a que ocupe ese sitio y reciba el abrazo diario
que ofrecen sus ropas,
esos besos robados que eshalan silencios,
ese eterno vacío que espero con miedo.


¿Dónde estás soledad?, hoy te grito
en la noche, de nuevo.


Rafael Sánchez Ortega ©
12/04/12

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