lunes, 13 de febrero de 2012

ME HE SENTIDO ABANDONADO...


Me he sentido abandonado,
solitario e indefenso,
entre olas incesantes
y galernas con el viento.

Yo marchaba por la vida,
y lo hacía en mi velero,
con el norte en la derrota
y en cubierta iban mis sueños.

Pero el viento que soplaba
era frío como el hielo,
era fuerte y muy profundo
y borraba el universo.

Yo busqué pues el abrigo
a la orilla de un buen puerto,
esperando que pasara
la borrasca que comento.

Más surgió lo inesperado
para hacerlo todo negro,
no existía allí posada
ni mesón con tabernero.

Embozado con mi capa
recorrì un gran trayecto,
iba en busca de un cuartucho
con comida y un buen fuego.

Acercándome a una casa
a su aldaba llamé presto,
y una linda muchachita
atendió mi voz y ruego.

Era bella y tan hermosa
como antaño los luceros,
y sus labios suplicaban
el salitre de unos besos.

Y no pude reprimirme,
como el mar que llevo dentro,
y perdido entre sus labios
rompí al fin, aquel silencio.

Nos besamos y perdimos
en la noche y en el lecho,
sin pensar en el mañana
ni en el viaje de regreso.

Pero el alba no perdona,
puntual y con esmero,
rompió el sueño de una noche
de caricias y deseos.

Y aquí estoy, tras la tormenta,
capitán y marinero,
tripulando ya mi barca
por los mares hoy serenos.

Más no olvido aquellos ojos
ni el contacto de sus dedos,
recorriendo mis mejillas
y enredándose en mi pelo.

Ni tampoco los suspiros
arrancados de su pecho,
cuando lento yo besaba
la aureola de sus senos...

"...Me he sentido abandonado
al volver al mar de nuevo,
al sentirme tan distante
de los ojos que yo anhelo..."

Rafael Sánchez Ortega ©
13/02/12

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