domingo, 26 de septiembre de 2010

NO SIENTO EL CORAZÓN, AL QUE VENERO

No siento el corazón, al que venero,
y pierde la mirada su viveza,
ya siento el frío hielo del acero,
que llega y que acuchilla con presteza.

Hoy huyo del amor, y no lo quiero,
me aparto de su trono y su maleza,
me marcho de su lado porque muero
y acabo con el llanto y la tristeza.

No quiero ya sufrir, quiero mis sueños,
los globos de cristal de mil colores,
que llegan y, que abrazan las doncellas.

Quizás deba morir, como los leños,
en fuego singular, por mis amores
y luego descansar con las estrellas.

Rafael Sánchez Ortega ©
26/09/10

No hay comentarios:

Publicar un comentario