sábado, 3 de julio de 2010

CUANDO OLVIDE TU NOMBRE

Cuando olvide tu nombre
llegará mi tristeza,
a pesar de ser libre
y de estar en mi tierra.

Es difícil decirte
las palabras que sienta,
las palabras precisas
y que sean sinceras.

Atrás queda tu nombre
y con él unas letras,
unos signos tan solo
como luces y estrellas.

Sin embargo ese nombre
que he gritado de veras,
el que tanto he soñado
ha buscado otra hacienda.

Ha buscado otro norte,
otro puerto y mareas,
ha encontrado en la vida
otra sangre que llena.

Otra sangre que excita
y también la que altera,
la que dice su nombre
y que va por tus venas.

Cuando olvide tu nombre
sentiré mucha pena,
más tendré que ser fuerte,
sin llorar aunque duela.

Aunque sangre mi alma
y mi cuerpo no duerma,
marcharé a mi destino
mientras tú ya te alejas.

Sé que lloran mis ojos
unas lágrimas frescas,
unas gotas sencillas
que a mis labios los besan.

Pero marcho muy lejos
a buscar otras sendas,
y a olvidar a tu nombre
aunque sufra y me muera.

Rafael Sánchez Ortega ©
03/07/10

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