sábado, 22 de mayo de 2010

AUNQUE A VECES NO QUISIERA

Aunque a veces no quisiera,
pasa el tiempo de mi vida,
los minutos corren, vuelan,
y las horas se marchitan.

Una ráfaga de viento
me acaricia las mejillas,
es un beso que me llega,
de los mares con la brisa.

Pasa el tiempo y los pegasos,
ya galopan muy deprisa,
van en busca del destino,
desbocados y sin brida.

Son igual que las pasiones
que te elevan a la cima,
pero luego, en un segundo,
simplemente se terminan.

Es el tiempo el que saluda,
el que causa mil heridas,
entre flechas y entre lanzas
y entre versos que no riman.

Los poemas son fracciones,
son instantes que se agitan,
y que acuden a los dedos
para ir a la cuartilla.

Pero el tiempo pasa pronto,
un segundo que palpita,
un chasquido solamente
y la vida se termina.

Ya las olas muy cansadas
en la playa ya se estiran,
con su espuma caprichosa
entre lágrimas y risas.

Es el tiempo tú me dices,
y hay un eco que musita,
que transmite tu susurro,
tus palabras escondidas.

Hay personas que se aman
en rincones y buhardillas,
mientras otros se enamoran
y se besan y acarician.

"...Aunque a veces no quisiera,
pasa el tiempo de mi vida,
los relojes ya se paran
y mi tiempo finaliza..."

Rafael Sánchez Ortega ©
22/05/10

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