domingo, 21 de marzo de 2010

DECIR ADIÓS AL TIEMPO DEL INVIERNO

Decir adiós al tiempo del invierno
y saludar la eterna primavera,
hoy toca aquí, hacer esa parada,
y reseñar el mismo en estas letras.

Puedo admirar la nieve en las alturas,
en esas cimas de blancura extrema,
puedo sentir la brisa de los mares
y el vendabal de oeste que nos llega.

Puedo olvidar los grises de los días,
y sumergirme en la profunda niebla,
puedo notar el beso de la lluvia
y su regar profundo en nuestra tierra.

Puedo añorar los álamos floridos,
los robledales con su verde a cuestas,
puedo escuchar los ríos cantarines
bajando con su cauce a la ribera.

Pero el invierno es tiempo de nostalgias,
ese buscar ansioso las cigüeñas,
es contemplar las olas en la playa
que llegan con su rítmo en las mareas.

Más el invierno pasa y ya se marcha,
se van con él retales de leyendas,
los amoríos negros del recuerdo
y las pasiones soñadas e incompletas.

Acude con su alegre colorido,
la primavera de sonrisa eterna,
esa explosión de vida y de dulzura
que ensancha el corazón y hasta lo eleva.

Por eso la saludo en este día,
por eso mi sonrisa más sincera,
para cubrirnos pronto con sus flores,
para embriagarnos con su luz intensa.

Se anima el corazón, con esta bienvenida,
el alma entristecida ya se alegra,
no salen las palabras y las frases
se marcha una estación y otra regresa.

Rafael Sánchez Ortega ©
21/03/10

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